Revista Digital Tamaulipeca.

Fuente:  http://revistaedutam.tamaulipas.gob.mx/Revista/Modelo_Educativo/2020/9/1




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COMPETENCIAS ACTUALES DEL PERSONAL DE LA USAER ANTE LA INCLUSIÓN EDUCATIVA



Autores

Andrés Ramírez Calipto y Mónica Heidi Santos Tovar


Resumen

A través de diferentes épocas, la educación ha transitado de ambientes clínicos a modelos incluyentes, por lo que en cada momento se han replanteado diferentes saberes que deben poner en juego los maestros de la USAER.

En el sistema actual y bajo las políticas establecidas por la UNESCO con respecto a la equidad e inclusión, así como del marco normativo que rige a nuestro país, es necesario delimitar competencias del personal que conforma la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular, que favorezcan los procesos de atención a la diversidad, con la firme intención de contribuir con la escuela obligatoria en la mejora de los aprendizajes de todos los estudiantes.


Abstract

Throughout different periods, education has moved from clinical settings to inclusive models, which is why different knowledge that must be brought into play by USAER teachers has been rethought at every moment.

In the current system and under the policies established by UNESCO with respect to equity and inclusion, as well as the regulatory framework that governs our country, it is necessary to define the competencies of the personnel that make up the Regular Education Support Service Unit, that favor processes of attention to diversity, with the firm intention of contributing to compulsory school in improving the learning of all students.


Palabras clave

Inclusión, competencias, barreras para el aprendizaje, educación especial.


Introducción

La inclusión es uno de los principios fundamentales que rigen la educación, a través de ella se reorientan las acciones que realiza el personal que integra la escuela obligatoria, por lo que a través del presente ensayo se tiene como objetivo proponer competencias a desarrollar en el personal de la USAER, que permitan eliminar, prevenir y minimizar barreras para el aprendizaje y la participación de los alumnos que presentan discapacidad, aptitudes sobresalientes, dificultades severas en el aprendizaje, de conducta y en la comunicación.

Desarrollo

Atender a la diversidad es una de las prioridades que establece la Nueva Escuela Mexicana, por lo que busca garantizar que “ninguna niña, niño y adolescente se quede atrás o se quede fuera de los aprendizajes y de las oportunidades de desarrollo integral que brinda la vida escolar” (SEP, 2019); para ello precisa que se eliminen en las instituciones obligatorias prácticas excluyentes, segregadoras y discriminatorias.

Es entonces que criterios como la inclusión, establecida en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (DOF, 2019), reorientan el accionar docente, invitando con ello a “tomar en cuenta las diversas capacidades, circunstancias, necesidades, estilos y ritmos de aprendizaje de los educandos, y así eliminar las distintas barreras al aprendizaje y a la participación” (DOF, 2019).

Específicamente ante la población que presenta discapacidad, aptitudes sobresalientes, dificultades severas de aprendizaje, conducta y comunicación, establece un proceso de atención oportuna, en el que se requiere, de acuerdo al caso, atender los siguientes momentos: Detección inicial, evaluación psicopedagógica, elaboración del informe de evaluación psicopedagógica y el diseño del plan de intervención (SEP, 2019), con la intención de identificar y eliminar las barreras para el aprendizaje y la participación a las que se enfrenta el alumno.

Es dentro de este proceso que el personal de USAER, realiza una serie de participaciones dentro de la escuela regular diferentes a las que venía desempeñando, y que exigen el desarrollo de nuevas competencias, entendidas como “la movilización de saberes” (SEP, 2011), en si las habilidades, los conocimientos, los valores y las actitudes que deben ponerse en práctica.

Cabe señalar que estas competencias, propuestas dentro del presente ensayo, atienden a un modelo que deja atrás esquemas clínicos, individualizados y rehabilitatorios, para adentrarse a procesos colaborativos e incluyentes. Al respecto, es necesario que el personal de la USAER considere las siguientes:

a) Gestión. Considerando a Chacón (2014), en el que especifica que la gestión es “la capacidad de alcanzar lo propuesto, ejecutando acciones”, implicaría el diseño de tareas específicas con la finalidad de cubrir las diferentes necesidades y de eliminar las barreras las que se enfrenta el alumno.

Esta delimitación parte de una evaluación inicial, a través de la cual se precisan las fortalezas y áreas de oportunidad que se presentan en torno a la atención de la diversidad, es a partir de dicha información que se puntualizan acciones como parte de una planificación, la cual permite orientar el actuar en cada una de las instituciones.

Las acciones, se enfocan principalmente a la gestión de infraestructura, equipamiento, materiales didácticos, apoyos personales, tecnologías de la información y la comunicación, participación oportuna de instituciones diversas de acuerdo a la barrera que se pretenda eliminar, entre otras.

b) Habilidades sociales. La vinculación que se da entre diferentes áreas, requiere del desarrollo de habilidades sociales que les permita mantener interacciones productivas encaminadas a la mejora de los aprendizajes; estas habilidades son definidas por Caballo (2007), como “el conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación”.

Ante diversas situaciones, anteponer las habilidades sociales permitiría promover ambientes cordiales, hacer peticiones adecuadas, mantener conversaciones asertivas, defender los propios derechos, admitir el desconocimiento, estar abierto a las críticas y resolver problemas en conjunto.

c) Manejo oportuno de emociones. El trabajo escolar, no solo implica el accionar racional de cada uno de los que adquieren una responsabilidad en el proceso inclusivo, sino del manejo adecuado de emociones, con la intención de tomar acuerdos que beneficien a los alumnos en su aprendizaje; cabe señalar que ante los diferentes problemas que se van afrontando como colectivo, la movilización adecuada de los sentimientos y/o emociones juegan un papel trascendental puesto que conlleva la sensibilidad plena a partir de bases humanistas, para brindar mejores oportunidades a los estudiantes que se encuentran en desventaja.

Esto implicaría el manejo de la frustración, la realización de autoafirmaciones y de afirmaciones positivas hacia otros, la capacidad para motivarnos así como frenar los impulsos.

De acuerdo a Cano S. y Zea M. (2012), el manejo de emociones nos permite “no personalizar todo lo que nos dicen, ni pensar que es una agresión directa a nuestro ser”.

d) Liderazgo efectivo. Centrar el proceso educativo en el aprendizaje significativo de todos los alumnos, requiere de incidir constantemente en las acciones emprendidas por todos los involucrados en el entorno escolar, con la firme intención de orientar las diferentes prácticas hacia los objetivos establecidos por el Sistema Educativo Mexicano.

De acuerdo a Hutchinson (extraído de https://mep.janium.net/janium/Documentos/liderazgo.pdf), el liderazgo es “el arte de influir, comandar y conducir a personas o equipo de trabajo, captando partidarios y seguidores, influenciando de manera positiva en las conductas, actitudes y comportamientos; además de impulsar y promover el trabajo para un objetivo común”.

Este manejo de grupos precisa de persuasión, empatía, visión, negociación, flexibilidad, escucha, proactividad, iniciativa, constancia, prudencia, sensibilidad y convencimiento pleno.

e) Perseverancia. La persecución de objetivos, y más cuando se apunta hacia la reorientación de procesos enfocados ahora hacia la inclusión, no es en definitiva un camino sencillo ni fácil, conlleva una reflexión permanente en cada una de las decisiones que se tomen, así como de constantes realimentaciones en muy diferentes sentidos, ya sea en el análisis de diferentes fuentes de consulta, hasta el desarrollo de secuencias didácticas.

En todas y cada una de las actividades, se necesita de actitudes perseverantes que alienten al ánimo, y que dejen de lado la frustración. A través de esta constancia, se van cambiando esquemas y consolidando estructuras básicas de una cultura incluyente.

f) Trabajo colaborativo. Sentirse parte de un equipo el cual persigue un mismo fin, nos mueve hacia la responsabilidad mutua, en la que todos asumimos un compromiso con el grupo mismo, en busca de mejores opciones para el desarrollo de competencias en los estudiantes.

Trabajar colaborativamente, de acuerdo a Podestá (2014), se caracteriza por “la heterogeneidad en relación a las características de las personas, la responsabilidad individual compartida, la interdependencia entre los miembros del grupo, la asignación de tareas a cada miembro en función del conocimiento y el establecimiento de relaciones recíprocas”.

g) Aprender a desaprender. En la reorientación de procesos y de cambios constantes que nos afrontan a la adquisición de nuevas prácticas y de formas de ver la educación, se requiere de incorporar conceptos recientes o de asumir los ya establecidos bajo otras perspectivas, esto invita al personal de educación especial a un continuo desaprender, es decir, transitar de enfoques clínicos a modelos educativos incluyentes, dejar a un lado acciones encaminadas a evaluaciones diagnósticas en las que se tenía como objetivo, detectar la condición del alumnos así como de atenciones individualizadas; para inmiscuirse en procesos que permitan detectar y eliminar las BAP.


Conclusiones

Todo cambio de modelo educativo conlleva en cierta forma la movilización de competencias específicas acorde a los principios y fundamentos que la sustentan, el personal que conforma la USAER, no está ajeno a estas perspectivas, por lo que en la actualidad, sus conocimientos, habilidades, actitudes y valores encuentran un rumbo distinto, alejados del enfoque clínico, enfocándose a conceptos rectores como las barreras para el aprendizaje, ajustes razonables, equidad e inclusión.

Cabe señalar que, más allá de las leyes, normas y acuerdos, es a la luz de la atención a la diversidad en el que ser inclusivos se convierte en algo más que un modelo, sino una forma de vida.


Listado de referencias
  • Cano, S. y Zea, M. (2012). Manejar las emociones, factor importante en el mejoramiento de la calidad de vida. Colombia.
  • Chacón, M. (2014). Gestión educativa del siglo XXI. Venezuela.
  • DOF (2019). Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. México.
  • DOF (2019). Ley General de Educación. México.
  • Podestá, L. (2014). El trabajo colaborativo entre docentes. Argentina.
  • SEP (2011). Plan de estudios. México.
  • SEP (2019). Anexo 6. Normas Específicas de Control Escolar. México.
  • SEP (2019). Organización de los Consejo Técnico Escolar. México.

Modelo Educativo